Fin de siglo


Tener un final feliz depende, por supuesto, de dónde quieras que acabe tu historia. 
Orson Welles
Sigue adelante, sigue adelante como si realmente nada importase.
Freddie Mercury

Realizar un ranking de los mejores/peores momentos del año es siempre una empresa parcial y subjetiva. Pero si algo caracteriza a Macondo Blues es el despliegue subjetivo en cada uno de los textos, opiniones e imágenes que se ofrecen a diario. Pese a que los datos publicados son estudiados y revisados a conciencia, el recorte de los mismos y la “inspiración” necesaria para materializar una idea aislada en algo tangible es siempre personal. Dejamos de lado las expresiones “políticamente correctas”, la asepsia y la neutralidad. Para eso contamos con el marco social en el cual vivimos y trabajamos a diario, donde muchas veces nos impostamos y encarnamos un personaje que cumple las expectativas de los demás.
La idea de que Macondo Blues sea una isla “itinerante” se ajusta claramente a esto. No puede ser localizada fácilmente debido a su constante movimiento, es gobernada popularmente de manera cooperativista en el sentido más estricto del término, y apoya la diversidad de opinión como estandarte. Esa idea, que fue motor en el inicio del blog y lo sigue siendo aún hoy, es lo que permite la constancia y dedicación en sostener un espacio que no busca el rédito económico ni la propaganda para que alguien actúe de una determinada manera. Todo lo contrario: el “norte” siempre ha sido apelar al disenso y al pensamiento crítico de todos nuestros lectores, que se sientan libres de dar su parecer y de tomar sus propias decisiones.
Desde ya agradecemos a todos y a cada uno de los que esperan el miércoles para leer los textos publicados, a quienes apoyan con sus palabras para que esta rueda siga girando, a quienes comentan en reuniones de amigos algún dato leído en el blog, a los que piensan distinto, a los que se suman a diario tanto a los que se “bajan”, ya que todo nos sirve para direccionar la brújula cuando estamos a la deriva.
Las “sesiones en vivo”, las “críticas (de)constructivas”, los “binomios del arte”, los “truth of the milanga”, así como también Rodro Malamorte y Matt A. Hari, enviamos un fuerte abrazo a todos los habitantes de Macondo Blues y nos despedimos hasta el año próximo, esperando transformar algo de esto que llamamos vida.
Y recuerden: Macondo Blues no es un lugar, es un estado de ánimo.

RODRIGO CARDOZO Y MATIAS SOSA
-Delegados electos de Macondo Blues-

Top 10 -2016-

MEJOR PELICULA: Zootopia (Disney)
MEJOR SERIE DE TELEVISION: Westworld (HBO)
MEJOR DISCO: Imperial state electric “All through the night” (Psychout Records)
MEJOR VIDEO MUSICAL: Ok Go! “Upside down & inside out”
MEJOR SHOW EN VIVO: PIL en Vorterix / The Descendents, en el Teatro Flores.
MEJOR LECTURA: “La doctrina del shock” de Naomi Klein.
MEJOR MOMENTO DEL BLOG/FAN PAGE: El texto acerca de la performance de Marina Abramovic, en la cual fue vejada, amenazada e insultada, que recibió más de 11.000 likes y un sinfín de comentarios que llevaron a los inquisidores de Facebook a censurarlo debido a una imagen de unos pechos desnudos.
MEJOR TEXTO: El pasillo de la vida (y de la muerte) / Los nuevos titiriteros / Instantáneas.
LO MEJOR: Los momentos de lucidez para transformar palabras sueltas en una unidad coherente.
LO PEOR: La muerte de David Bowie, George Martin y Muhammad Alí.


Lo esencial es invisible a los ojos (pero no a los oídos)

Cualquiera que sea su parentesco, la belleza, en su desarrollo supremo,
induce a las lágrimas, inevitablemente, a las almas sensibles.
Edgar Allan Poe
Lo maravilloso es siempre bello, todo lo maravilloso es bello, de hecho, sólo lo maravilloso es bello.
André Bretón

Viernes, 12 de enero de 2007. Hora pico en una estación de subterráneo en la ciudad de Washington. Un músico toca el violín vestido con jeans, una camiseta y una gorra. ¿Nada raro, no?
Pero si mencionamos que el instrumento ejecutado es nada menos que un violín Stradivarius de 1713, las cosas cambian un poco. El músico toca piezas clásicas durante 43 minutos consecutivos y es nada menos que Joshua Bell, uno de los mejores intérpretes del mundo. Tres días antes había llenado el Boston Symphony Hall, a 100 dólares la butaca promedio.
No, no se había vuelto loco; sino que estaba protagonizando un experimento promovido por el diario The Washington Post: comprobar si la gente está preparada para reconocer la belleza fuera del ámbito esperado. El experto Leonard Slatkin, director de la Orquesta Sinfónica Nacional de EE UU, había previsto que el músico recaudaría unos 150 dólares y que, de mil personas, unas 35 se detendrían a observar y escuchar, absortas por la belleza de la ejecución. Hasta un centenar, según Slatkin, pondría dinero en la funda del violín.
Pero eso no fue lo que ocurrió.
Joshua Bell, fue un niño prodigio quien, a sus 39 años, posee una larga lista de logros y menciones en las más prestigiosas orquestas del mundo. Interpretó, entre otras cosas, la banda sonora de la película El violín rojo, que fue galardonada con un Oscar. Bell no sólo accedió encantado al reto de tocar en el subte, sino que además insistió en llevar su valioso Stradivarius. La performance comenzó con Partita número 2 en Re menor de Johann Sebastian Bach. A los tres minutos, un hombre desvió su mirada para fijarse en el músico. Fue su primer contacto con el público del metro.
32 dólares de recaudación. En 43 minutos habían pasado ante él 1.070 personas. Sólo 27 le dieron dinero, la mayoría sin detenerse a apreciar la música y sólo una reconoció al músico. Más tarde declaró que se sintió raro debido a sentirse ignorado por los pasajeros. Palabras de peso teniendo en cuenta que habitualmente le molesta que suenen teléfonos durante sus presentaciones, e incluso le incomoda que la gente tosa. Sin embargo, en la estación de metro no hubo aglomeraciones ni aplausos. Más aun, declaró haberse sentido "extrañamente agradecido" cuando alguien le tiraba unos centavos en la funda del violín.
Los expertos citados por el diario aseguran que el contexto importa, ya que una estación de subterráneo en hora pico no permite que la gente se detenga a apreciar la estética de los sonidos. Sólo una persona se detuvo seis minutos a escucharle y quien más tarde declaró que la única música clásica que conoce son los “clásicos” del rock, pero que las piezas ejecutadas por Bell, pese a no ser de su predilección lo hicieron sentir en paz.
Joshua Bell, en misión secreta
En la otra punta del globo, en la ciudad de Buenos Aires, se replicó la experiencia con un músico de la orquesta estable del Teatro Colón y de la filarmónica de Buenos Aires. El arte de Pablo Saraví, el violinista, también pasó inadvertido para la mayoría, aunque la cantidad de "espectadores" fue mayor, y la "recaudación", teniendo en cuenta las diferencias, también. La misma ascendió a $76,25 en media hora. Esto plantearía una incógnita peculiar: ¿Cuánto ganaría Saraví si se dedicase únicamente a tocar música en el subterráneo? La respuesta sería inexacta. Pero si se multiplican esos $76.25 ganados en 30 minutos, por ocho horas de trabajo diario, con dos días libres por semana, se obtiene un total de $24.400 mensuales de ganancia. Un músico profesional de su categoría, en cualquiera de las tres orquestas más importantes Argentina, cobra aproximadamente 12 mil pesos por mes en el cargo de concertino. Exactamente la mitad.
Al margen del dinero, esta experiencia muestra cómo las personas, a pesar de estar distraídas o apuradas, pueden reaccionar de manera muy distinta en la apreciación de una expresión artística en un lugar que no es el habitual. La percepción, el gusto y el tiempo son factores determinantes a la hora de dedicarse a una afición o pasatiempo, pero pese a todo existiría una especie de respuesta natural para detectar todo aquello que sobresale. Quizá el factor de la curiosidad tenga una alta participación en este tipo de conductas, pero la “belleza” puede resultar inadvertida siempre y cuando las condiciones para apreciarla no sean las indicadas. En las grandes ciudades es fácil observar situaciones de “mente colectiva” o “fenómenos de masa” que determinen arbitrariamente cualquier veredicto. Lo bueno y lo malo tanto como lo lindo y lo feo ingresan en una suerte de limbo donde las reglas se estipulan de forma improvisada.
En cada ciudad del mundo hay miles y miles de artistas en la misma situación (pero sin experimento mediante) con igual talento pero sin la “suerte” de Bell y Saraví. Así que cuando mañana la rutina laboral comience y nos encaminemos hacia algún transporte público y  alguna melodía se destaque entre el bullicio, pensemos en la posibilidad de encontrarnos cara a cara con el próximo Paganini.


MATT A. HARI

Sesiones en vivo (VII), Hoy: The Descendents en el Teatro Flores / 4-12-2016

(Foto: Ariel Arredondo López Dickson)

El mundo es vos y yo esta noche.
Descendents –Get the time-
Quiero ser estereotipado, quiero ser clasificado.
Descendents –Suburban home-
Los chicos buenos quedan para lo último. Lo sé mejor que nadie.
Descendents –I´m the one-

La venganza de los nerds

Ir solo y sin compañía a un recital es una experiencia definitoria. Y más aun cuando después de todas las emociones vividas se deben escribir unas líneas con formato de verso sobre la experiencia.
Pero no nos desviemos del tema. Estar en soledad en una multitud propone, al menos, dos variantes: buscar algún otro/a que se encuentre en la misma situación que uno y hacer un esfuerzo conjunto para dejar de estar solo; o adoptar una postura de observador participante que afine los sentidos para analizar cada detalle, momento o situación a lo largo de la duración del espectáculo. Yo adopté la segunda con la esperanza de pasar un buen rato, tener interesantes diálogos internos e intentar memorizar la mayor cantidad de recuerdos de una vivencia, en mi caso, tan trascendental.
¿Y qué vi? Vi amigos abrazándose; vi veteranos con el pelo poblado de canas y vi purretes emocionados con su primer recital legendario, ambos con expresión de ansiedad en sus rostros; vi curiosos que no sabían muy bien qué esperar del show; vi émulos de Milo Aukerman con lentes “de mentira”; vi pogos muy intensos y “Crowd surfings” bastante extensos; vi caras llenas de lágrimas y gente cantando las canciones con una sonrisa en el rostro; vi personas alcoholizadas en estado de semi-inconsciencia que me dejaron pensando cuál es el motivo que los lleva a pagar una entrada a un show y no ver nada del mismo; vi solidaridad y vi desidia; vi un recinto lleno de espectadores batallando como podían contra un calor infernal; vi muchas personas eligiendo y comprando en los stands de venta oficial, vi a algunos famosos de la escena rockera argentina en pose de “estrella” y a muchos otros disfrutando del show y saludando a la gente.
Sin duda muy lindo y edificante lo sucedido debajo del escenario pero tanto ustedes como yo nos estamos olvidando lo que sucedió arriba de él.
No habría que olvidarse de lo ajustada que sonó la banda.
No habría que olvidarse de una lista de temas espectacular donde dieron primacía a su último LP pero repasaron cada uno de los clásicos infaltables.
No habría que olvidarse de la “joroba” de Milo Aukerman, que tras una inspección más exhaustiva, se descubrió que era una mochila de hidratación para hacer frente al infierno arriba del escenario.
No habría que olvidarse de la enorme figura de Bill Stevenson, esa suerte de Buda de gestos simiescos que aporreó su batería y dio cátedra de cómo hacer fácil lo difícil.
No habría que olvidarse de Stephen Egerton, esa suerte de “conehead” con esteroides, dirigiendo la batuta sobre las tablas, haciendo coros, moviéndose sin parar y notablemente emocionado con las muestras de cariño del público.
No habría que olvidarse de Karl Alvarez y su reputación de mil batallas ganadas, con su vozarrón dominante en las notas altas y esas difíciles líneas de bajo ejecutadas a mano limpia.
No habría que olvidarse, nuevamente, del gran Milo con su pose tan característica como si padeciera un dolor fuerte de cintura, y esa forma tan suya de cantar historias de nerds, amor, desamor, comida chatarra y cafeína.
No habría que olvidarse de que el sonido pudo haber sido mejor, o al menos no tan fuerte como para que resultara parejo en todo el recinto.
No habría que olvidarse de las lágrimas de este cronista al escuchar algunas canciones, en especial “When i get old” y “Clean sheets”, sumamente emotivas al escucharlas por primera vez y hoy aún más tras haber experimentado lo narrado en ese largo camino que llamamos vida.
No habría que olvidarse de Berru txarrak, la banda soporte, que realizó un set (muy) largo y de alta intensidad que terminó llevándose los aplausos tanto de los curiosos como de algunos pocos seguidores que coreaban todas sus canciones en idioma vasco.
Los Descendents y la euforia de sus fans

Pero por sobre todas las cosas, no habría que olvidarse de haber tenido la suerte y el gusto de disfrutar en vivo a una banda pionera del género, en muy buen estado pese a promediar los cincuenta años, con ganas todavía de enamorar a una nueva generación de punk rockers con sus letras simples que nos identifican en algún momento de la vida, con esas melodías a prueba de balas que te dejan silbando a toda hora y en todo lugar, y con esa pose de outsider que respalda  y defiende a aquellos que le escapan a los estereotipos del éxito.
El 4 de diciembre del 2016 será recordado en Argentina como el día que la infancia, la adolescencia y la adultez se dieron la mano amigándose tras muchos años de batalla. Ese día será recordado por los asistentes como un momento histórico y a la vez íntimo donde un Doctor en biología devenido ícono punk, un baterista/productor/adorable escritor de canciones que tocó con las mejores bandas del genero, y dos músicos que son garantía de confianza, sumieron a las casi mil novecientas almas presentes en un trance que servirá para comenzar cualquier charla, o como el as bajo la manga que gane el premio a la mejor anécdota para contarle a nuestros amigos, hijos y por qué no hasta nuestros nietos.

MATT A. HARI





Sesiones en vivo (VI), Hoy: Black Sabbath "The End tour" / Velez Sarsfield 26-11-2016


Mírame a los ojos y sabrás quién soy
Black Sabbath -N.I.B-
¿Este es el fin del principio o el principio del fin?
Black Sabbath –End of the beginning-

Realizar una crónica de un show puede tornarse una actividad repetitiva y llena de clichés. Se han hecho millones de ellas y, salvo excepciones, todas tocan los tópicos comunes. Sin repetir y sin soplar: explicar el marco del recital, la expectativa de la gente, detallar brevemente la pericia o desubicación de los grupos soportes, alabar o denostar el sonido y la puesta en escena, mencionar los pasajes del espectáculo que sobresalieron, especificar la lista de temas resaltando las novedades y los números obligados, como así también los “hits” omitidos.
Esto se complica aún más si la crónica es sobre el show de despedida de una banda legendaria. La ansiedad por no olvidar ningún detalle, el estudiar bien la información para buscar la aprobación de aquellos “expertos” sobre la banda, ese empeño por lograr la objetividad del observador profesional libre de pasión y opinión personal, son factores de riesgo en la travesía de entregar unas líneas coherentes para que algunos pocos la lean.
Pero no. No esta vez.
No seré políticamente correcto ni exhaustivo en los detalles. Seré pasional, subjetivo, haré omisiones y tendré lagunas. No hay ningún anotador que recolecte los fallos de la memoria. No habrá sobriedad ni opinión tácita. Es más: no será una reseña; será descuido y será catarsis.

Black Sabbath es el grito primal.
Black Sabbath es oscuridad.
Black Sabbath es tritono.
Black Sabbath es religión.
Black Sabbath es iniciación.
Black Sabbath es heavy metal.
Black Sabbath es rock progresivo.
Black Sabbath es punk.
Black Sabbath es doom.
Black Sabbath es clima.
Black Sabbath es exceso.
Black Sabbath es la efectividad en lo simple.
Black Sabbath es el fraseo sobre el riff principal. 
Black Sabbath es himnos atemporales.
Black Sabbath es discos gloriosos
Black Sabbath es lucha de egos.
Mr. Ozzy Osbourne, y el último adiós a sus fans argentinos.
Black Sabbath es cambios de formación.
Black Sabbath es caos y organización.
Black Sabbath es constancia y cambio.
Black Sabbath es la unión de dos generaciones, padres e hijos hermanados.
Black Sabbath es amigos hipnotizados frente a los parlantes.
Black Sabbath es el público coreando las partes de guitarra.
Black Sabbath es asentir con la cabeza con labios apretados.
Black Sabbath es asombro.
Black Sabbath es influencia.
Black Sabbath es entender todo esto sin necesidad de haber estado presente en sus shows.
Black Sabbath es leyenda.
Black Sabbath es, fue y será una de las bandas más importantes de la historia de eso que llamamos música.
Black Sabbath es Black Sabbath.
Y sí, dieron un muy buen show. ¿Acaso hay algo más que agregar?



Tocando el viento


Desde la primera vez que oí música, siempre he pensado que ha de ser limpia,
muy precisa, tan limpia como sea posible.
Charlie Parker
Toda la vida tiene música hoy (…) Entre tanto silencio, mientras todo estalla.
Luis Alberto Spinetta

Culturalmente, solemos asociar la flatulencia con mala educación, incontinencia, vergüenza y un tipo de humor infantil y grosero. Sin embargo, los gases corporales no siempre han sido objeto de tanto rechazo social y es posible seguir su rastro hasta los inicios de la comedia en Grecia y Roma, en autores como Plauto y Aristófanes. En La ciudad de Dios, escrito entre el 412 y el 426 d.C, San Agustín hace mención sobre algunos artistas que tenían “tal control de sus entrañas, que podían romper el viento continuamente a voluntad, imitando el efecto de un canto”. En otros ejemplos, en la Irlanda del medioevo existían profesionales llamados braigetori, y en el periodo japonés Kamakura (1185–1333) también existieron artistas que presentaban danzas de flatos llamados Oribe.
Sin embargo, no hay que ir tan lejos en el tiempo para conocer la historia del que podría considerarse como el mayor artista de la flatulencia, el francés Joseph Pujol.
Nacido en Marsella, Joseph Pujol era uno de los cinco hijos del escultor y picapedrero catalán Francisco Pujol y de Rose Demaury. Cuenta la leyenda que mientras nadaba en el mar, el joven Joseph tomó aire antes de zambullirse. A medida que inhalaba la bocanada de aire, sintió un chorro de agua helada ingresando por la puerta trasera de su cuerpo. Totalmente alarmado regresó de inmediato a la orilla, y se sorprendió al ver que una gran cantidad de agua brotaba desde su trasero. Tras un control médico que no detectó ningún tipo de afección, Pujol exploró con sana curiosidad la llamativa habilidad que había descubierto por accidente.
Se sorprendió al saber que poseía un maravilloso control abdominal, que le habilitaba a poder succionar agua a través de su ano y proyectarla de regreso al exterior con una fuerza impresionante, generando un chorro de varios metros. Ese proceso de prueba y error también lo llevó al descubrimiento de que podía aspirar grandes cantidades de aire por su trasero si se contorsionaba de la forma correcta, mismo aire que podía expeler a su antojo. Pero lo mejor todavía estaba por venir: era capaz de controlar la presión de salida del aire y producir diferentes tonos, hecho que le permitía reproducir melodías sencillas. Mientras Joseph cumplía servicio en el ejército, se encargó de entretener a sus camaradas soldados con sus trucos, donde le fue dado el apodo de “Le Pétomane“ (la traducción más acertada seria “pedómano”). Cuando dejó el servicio estableció una panadería en Marsella, que tenía la reputación de hornear las mejores panes de salvado de trigo en el sur de Francia, pero debido a su carácter inquieto comenzó a incursionar en el mundo del espectáculo. Al principio se resistió a emplear su peculiar fisiología en su rutina, por lo que inició ejecutando un acto cómico con el trombón, pero decidió dar un paso más allá de los establecido.
A los 30 años, en 1887, probó suerte montando un espectáculo en el que demostraba su extraordinaria habilidad y poco tiempo después fue descubierto por un productor, que lo llevó a París y le consiguió un espectáculo en el Moulin Rouge, donde su número, Le pétomane, se hizo internacionalmente famoso. Pujol podía apagar una vela a varios metros de distancia, imitar sonidos de animales de una granja, lanzar un chorro de agua a más de cinco metros, e interpretar diversas melodías con un flautín, como La Marsellesa, el Claro de Luna u O sole mio. Cabe aclarar que la sesión de gases del artista emitía eran completamente inodoros, ya que purgaba  su colón a diario como parte de su rutina.
La impresión del público solía pasar por varias etapas: de la incredulidad inicial al desconcierto, momentos más tarde que daba paso a una catarata de carcajadas que podía provocar asfixia –debido al uso del corsé– en algunas mujeres del público, por lo que la organización del evento debía contar con asistentes durante el espectáculo de Pujol, para auxiliar a las afectadas.
Entre las figuras más destacadas de su tiempo que presenciaron los actos del “pedómano”, se encuentran Sigmund Freud  (quien acudiría a presenciar su espectáculo para reelaborar su teorías acerca de las fijaciones anales y que conservó hasta el día de su muerte un retrato de Pujol en su consultorio), los reyes Eduardo VIII del Reino Unido y Leopoldo II de Bélgica.
Durante ese período, Le Pétomane era todo un éxito. Empleó su fisiología única para entretener de esta forma durante años, llegando a ser el artista mejor pagado de toda Francia, y quizá del mundo. Abandonó el Moulin Rouge en 1895 cuando el dueño lo demandó por incumplimiento de contrato después de que ofreciera serenatas privadas a algunos miembros de la audiencia, tras lo cual fue rápidamente reemplazado por una mujer a la que llamaron La Femme-Pétomane, quien en realidad no poseía las habilidades de Pujol y llevaba a cabo su espectáculo gracias a un adminiculo que ocultaba bajo su falda e imitaba el sonido de las flatulencias.
Joseph Pujol o "Le petomane"
Llevó su espectáculo de gira por varios países de Europa y África del norte, hasta presentarse en la Feria Mundial de París, en el año 1900. Continuó con sus presentaciones en el teatro Pompadour, hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial, en la que uno de sus hijos cayó prisionero y otros dos quedaron inválidos. Motivos más que suficientes para que el artista se retirase del espectáculo y volviera a Marsella, donde retomaría su oficio de panadero hasta su muerte, en 1945.
Ahora bien, más allá de la opinión personal, del preconcepto y de los rótulos, es maravilloso observar la capacidad creativa del ser humano. Esa habilidad para materializar una idea, moldearla y hacerla pública; ese hecho artístico que espera la aprobación del espectador quien completa, a su vez, la obra con su mirada.
Bien excentricidad o bien oportunismo, el descaro del “arte” de Pujol desafió los estándares de su época. No es poca cosa que, en plena era victoriana, la gente pagara por presenciar un espectáculo tan escatológico y de dudoso gusto. Quizá sea entendible el interés del público desde una mirada actual, debido a la represión y pacatería de dicha época, pero que de ninguna manera diluye ese don humano de crear una demanda para una oferta.
Joseph Pujol lo hizo: logró cagarse en los estereotipos de su tiempo; también su público generando el mismo efecto con sus carcajadas. Raro, pero real. Aunque usted… no lo crea.

MATT A. HARI


Los nuevos titiriteros: La era de oro de la manipulación mental


Siempre que enseñes; enseña también, a la vez, a dudar lo que enseñas.
José Ortega y Gasset
La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír.
George Orwell

Nuestra mente está siendo controlada por extraños que no tienen los mejores intereses en su corazón. Si suena como una fantasía paranoica, preparate y continuá leyendo.
Estos son los resultados de una serie de estudios científicos que muestran cómo unas cuantas instituciones dominantes tienen el poder de manipular cómo nos sentimos, cómo actuamos e incluso cómo votamos, sin que nunca nos enteremos de ello.
La manipulación mental deliberada de las masas no es, por sí misma, nada nuevo. Hace casi cien años, nuestra manía global de consumo se desató gracias a Edward Bernays, más conocido como el "padre de las relaciones públicas". Bernays era sobrino de Sigmund Freud y utilizó las ideas de su tío acerca del subconsciente para desarrollar nuevos métodos de control mental, diseñados para crear una nueva forma de consumismo, inicialmente en los Estados Unidos.
"Debemos cambiar una cultura de necesidades en una cultura de deseos", declaró una vez Paul Mazur, socio comercial de Bernays. "La gente debe ser entrenada para desear, para querer cosas nuevas, incluso antes de que las viejas hayan sido totalmente consumidas. Debemos dar forma a una nueva mentalidad. Los deseos del hombre deben ensombrecer sus necesidades."
Pero aún hay más.
En 1928, Bernays describió y en cierta forma vaticinó cómo sus técnicas de manipulación mental permitirían a una pequeña élite controlar las mentes de la población mundial: “La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento importante en la sociedad democrática. Aquellos que manipulan este mecanismo invisible de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder gobernante de este país. Somos gobernados, nuestras mentes moldeadas, nuestros gustos formados, nuestras ideas sugeridas, en gran parte por hombres de los que nunca hemos oído hablar... En casi todos los actos de nuestra vida cotidiana ... estamos dominados por el número relativamente pequeño de personas ... que tiran de los cables que controlan la mente pública”.
Bernays puso en marcha lo que todos hemos llegado a conocer como una parte esencial de nuestro sistema capitalista: el uso de los medios de comunicación para promover los roles, los deseos y los símbolos de estatus que recolectan los beneficios para las grandes corporaciones. Desde la cuna nos transformamos en consumidores, debido en parte a las percepciones de las falsas necesidades que nuestros padres nos transmiten. De la cuna a la tumba.
Pero lo que realmente ha cambiado es que una nueva generación de controladores mentales está utilizando las tecnologías florecientes de recolección de datos y redes sociales para inyectar su poder en nuestras mentes aún más profundo que lo que nuestros antepasados ​​podrían haber soñado. Un Bernays contemporáneo llamado B.J Fogg ha creado una estrategia llamada "captología", derivado de la sigla CAPT o "Computers As Persuasive Technology" (Computadoras como tecnología de persuasión). Desde su “laboratorio” de la universidad de Stanford, enseña a los estudiantes de posgrado todavía novatos cómo utilizar la tecnología para "cambiar las actitudes o comportamientos de la gente".
Sus enseñanzas han generado las interfaces de nuestras nuevas rutinas diarias: a que el ringtone de nuestros smartphones desvien nuestra atención, hasta cómo el icono del pulgar arriba y las estadísticas de Likes nos dicen lo populares que somos hoy en día. En la jerga, estas cuestiones son  conocidas como “Hot trigguers” (disparadores calientes), los cuales ponen en marcha respuestas conductuales en nuestro subconsciente. Aquellas aplicaciones exitosas son las que provocan una necesidad momentánea y luego nos proporcionan una solución, también instantánea. Este patrón produce una micro dosis de endorfinas en nuestro cerebro que nos hace sentir bien. Así, al igual que las ratas en una rueda nos volvemos adictos, y regresamos por más.
Facebook ha construido su imperio global de 1,6 billones de usuarios activos con esta rutina adictiva. De acuerdo con uno de los estudiantes de Fogg, Nir Eyal, el disparador clave de Facebook es el MAPA o Miedo a perderse algo (del inglés FOMO: Fear of missing out). Los seres humanos evolucionamos en grupos de cazadores-recolectores, donde la supervivencia significaba ser parte de la comunidad. La ansiedad social de perder lo que nuestros amigos están haciendo surge desde lo más profundo de nuestro cerebro. Es decir, sacrificamos nuestro contacto físico diario con las personas que nos rodean, por centrar nuestra atención en la pantalla que tenemos enfrente de nuestros ojos. El artista Eric Pickerskill en su serie de fotografía "Removed", documenta la sensación de las situaciones sociales cotidianas después de borrar los smartphones de las personas de la imagen.
Una de las instantáneas de Removed, de Eric Pickerskill
Facebook ha estado investigando el alcance de su poder sobre nuestro comportamiento, manipulando a sus propios usuarios como conejillos de indias. Los días eleccionarios importantes a nivel global envía recordatorios masivos para cumplir con el deber ciudadano, lo que provoca un gran número de votos que de otro modo no se hubieran emitido. Lo terrorífico de esto es pensar la posibilidad que decidieran enviar estos recordatorios sólo a los simpatizantes de un partido o candidato en particular, hecho que podría cambiar el resultado de una elección presidencial sin que nadie se entere. Las opciones de filtro con la bandera de algún país movilizado por un atentado o desastre natural también dan cuenta de la unilateralidad de sus intereses, ya que no hay ley actual que controle la neutralidad.
El control de la mente no se detiene solo en las redes sociales. ¿O acaso creemos en nuestra  autonomía cuando estamos investigando cuidadosamente sobre un tema en particular y utilizamos Google para completar la búsqueda? Pensemos otra vez. El psicólogo Robert Epstein ha desenterrado el poder subliminal masivo de lo que él ha llamado el Efecto de Manipulación de Motor de Búsqueda, o SEME (Search Engine Manipulation Effect).
Este efecto se basa en el hecho de que cuando realizamos búsquedas, hacemos clic la mitad de las veces en uno de los dos primeros resultados, y más del 90% de nuestros clics están en los diez enlaces principales que aparecen en la primera página. Puede haber miles de otras páginas web que contienen nuestras palabras clave, pero Google decide cuáles vamos a leer. ¿Tétrico, no?
En muchos países del mundo, incluyendo los Estados Unidos, Google tiene un monopolio “amigo” a las búsquedas en Internet. El negocio de la especificación de búsqueda-graduación no se encuentra regulado, y los tribunales han defendido el derecho de Google a clasificar resultados de la búsqueda a pesar que atenta contra las leyes de la libertad de expresión de los usuarios. Si Google decidiera cambiar la forma en que la población piensa y siente, no le representaría muchos inconvenientes.
El economista británico Kenneth Boulding advirtió una vez: "Un mundo dominado por una  dictadura invisible es concebible, todavía usando las formas de gobierno democrático".
Así que decides, ¿estás siendo manipulado?
Hasta que esta manipulación invisible esté mejor regulada, todavía hay algunas cosas que podemos hacer para protegernos de su control mental. Una idea, sugerida por el líder de la tecnología Jaron Lanier, es realizar nuestros propios experimentos en relación a nuestro vínculo con los medios de comunicación social y así poder recuperar nuestra libertad de elección. Por ejemplo, pasar por períodos de completa desvinculación de los medios de comunicación social - un día, una semana o un mes -, ver cómo nos sentimos y preguntarnos: ¿Qué tan fuertes y frecuentes eran los deseos de volver a conectarnos? ¿Nos perdimos algo? ¿Cambió algo?
Otra idea es tener conocimiento de las fuentes de nuestras noticias. Es decir, hacerse al hábito regular de revisar los sitios web de fuentes de noticias fuera de la “zona de confort ideológico”. Al realizar una búsqueda en Google, ver también lo que aparece en la lista de dos, tres, cuatro páginas, y ocasionalmente probar un motor de búsqueda alternativo para compararlo. DuckDuckGo es un buscador que no realiza un seguimiento de actividad, lo que significa que se obtendrá un resultado más neutral.
En realidad, todo lo antedicho forma parte de una elección y en responder el cómo, cuándo, dónde y de qué manera queremos vivir nuestras vidas. Si bien no hay un camino preestablecido, nuestra condición de ser humanos nos lleva a sentirnos más cómodos haciendo lo que hace la mayoría, muchas veces sin importar si eso está bien o mal. Todo es cuestión de seleccionar aquellas alternativas que nos parezcan más favorables, por lo que es necesario primero conocerlas, evaluarlas y luego finalmente elegirlas. Elegir preguntarse o elegir responderse. La pastilla azul o la pastilla roja. De eso se trata ¿no?


MATT A. HARI

Binomios del arte (V), Hoy: Cuando lo negro se torna rojo o el lado oscuro del Black metal


¿Nunca has visto sangre a la luz de la luna? Parece negra.
Thomas Harris

¿Es natural que los enemigos se hagan el bien los unos a los otros?
Biblia satánica.

Noruega. Estado de bienestar, pacifismo, desarrollo, progreso, conciencia social, fiordos y frío. Quizá un modelo a seguir para muchos países, y del cual desearíamos ser parte. Y al mismo tiempo, junto con el resto de los países escandinavos, uno de los lugares con mayor cantidad de bandas de música pesada y derivados. Solo agreguen el vocablo “Metal” a una palabra cualquiera y tendrán un nuevo sub-género musical con una horda de acólitos.
Justamente en este país fue donde se propagó una de sus variantes más extremas, el Black metal. Y la que sea posiblemente la banda más influyente y con la historia más sangrienta de todas: Mayhem. Corría el año 1984 cuando dos jóvenes, Oysten "Euronymous" Aarseth  y Jorn "Necrobutcher" Sturbberud, influenciados por Venom (quizá los pioneros en utilizar el mote de Black metal para su música y quienes unos años antes lanzarían el álbum que daría nombre el género), fundaron Mayhem (Caos, Mutilación). Agrupación que durante sus primeros años tuvo multitud de cambios de integrantes y que sólo se llegaron a publicar un par de demos. Estos jóvenes tenían en común ideas sumamente antagonistas con lo considerado “normal” en los países nórdicos, donde a pesar de sus altas tasas de ateísmo, otro montón está altamente cristianizado.
El satanismo, paganismo, la exaltación de lo nórdico, la violencia y la muerte eran parte de los  ideales de los miembros de Mayhem, hecho que se observaba de manera palmaria en sus letras y en sus actuaciones en vivo, todas ellas plagadas de sangre, auto-lesiones y empalamiento de animales muertos. Entre tantos cambios de formación, hubo uno que marcó un mojón en la historia de la banda: en 1988 se incorporó a la formación Per Yngve Ohlin "Dead" como vocalista, un personaje obsesionado con la muerte y de dudosa sanidad mental del que abundan numerosas anécdotas. Propenso a autolesionarse en los conciertos, llegó incluso a ser hospitalizado tras una actuación por haber perdido demasiada sangre. Dueño de una personalidad negativa y pesimista que vendría adosada a un trastorno depresivo, encontró en la banda una manera de lidiar con sus demonios internos.
A principio de los años noventa, Euronymous era el propietario del pequeño sello discográfico Deathlike Silence Productions y de una tienda en Oslo llamada Helvette (Infierno), la cual se convirtió en el centro neurálgico de la escena Black metal noruega y donde acudían tanto músicos como aficionados a buscar información e intercambiar ideas. También fue el lugar elegido para forjar el Inner Circle. El Inner circle contaba con dos objetivos claros: por un lado dar forma y difusión a la música que interpretaban, y por el otro realizar acciones anticristianas de marcado carácter violento. Entre muchos de los miembros del Inner Circle se encontraba Varg Vikernes (irónicamente nacido bajo el nombre de Kristian), fundador y único miembro del grupo Burzum. Vikernes compartía la doctrina del clan, pero agregándole una marcada ideología nazi.
El 8 de abril de 1991 Per “Dead” Ohlin, quizá preso de un fuerte estado depresivo,  se dirigió a dar un paseo por el bosque, durante el cual decidió poner fin a su vida cortándose las venas. Al ver que ese método tardaba demasiado, regresó a su hogar y se disparó en la cabeza con una escopeta de caza. Dejó una nota de suicidio donde solo escribió  “perdonen toda la sangre”. El cuerpo fue encontrado por el propio Euronymous quien, ni lerdo ni perezoso, tomó una cámara de fotos y se dedicó a retratar el cadáver de su compañero; fotos que fueron posteriormente utilizadas en la portada de su álbum Dawn of the black hearts, cuya portada fue censurada en casi todo el mundo. También se rumoreó la leyenda que juntó pedazos del cráneo de Dead con los que posteriormente realizó una artesanía que distribuyó entre aquellas bandas de la escena que consideraba “dignas”.
Vikernes (izq.) y Euronymous (Der.): Enemigos
íntimos.
Mientras tanto, las actividades del Inner Circle seguían su curso y comenzaron a ser más radicales gracias al impulso de Vikernes. En junio de 1992 incendió la iglesia de Fantoft, una construcción medieval de madera que se encontraba entre las más antiguas del país, acto que conmovió a la pacífica sociedad noruega, y que como efecto añadido consiguió impulsar una fama inusitada al Black metal, sacándolo del circuito underground en el que se encontraba y dándole  transcendencia internacional. A este incendio le siguieron otros hasta completar más de cincuenta en un periodo de seis años, a lo que se sumaron cientos de profanaciones de tumbas y pintadas satánicas en numerosos cementerios, que culminaron con el asesinato de un muchacho homosexual a manos de Bard Eithum, baterista del grupo Emperor y en aquel entonces empleado de Helvette, la tienda de Euronymous.
Asimismo, la colaboración musical entre Vikernes y Euronymous seguía adelante. A través del sello propiedad de Euronymous se editó el primer disco homónimo de Burzum, y Vikernes colaboró como bajista en la grabación del que sería el primer disco de Mayhem, De misteriis dom sathanas.
De algún modo, las cosas entre los dos se complicaron de manera extrema. El éxito del disco de Vikernes provocó la envidia de Euronymous, y al mismo tiempo, aquel vio cómo perdía el control de los ingresos del mismo al pertenecer al sello del segundo. La situación se tornó explosiva y tuvo su punto cúlmine la noche del 10 de agosto de 1993, fecha en que Vikernes, acompañado de un amigo se dirigió al hogar de Euronymous, y una vez allí, con la excusa de hablar de negocios, subió solo hasta su departamento y le asestó 25 puñaladas, tras lo cual se dieron a la fuga dejando tras de sí el cuerpo sin vida de su “socio”. Ante las acusaciones, Vikernes alegó defensa propia y que las puñaladas en la espalda eran en realidad cortes producto de haber caído sobre cristales rotos. La coartada no resultó: fue condenado a 21 años de cárcel, la pena máxima del sistema judicial noruego.
Meses después se publicó la opera prima de Mayhem De misteriis dom sathanas, donde colaboran asesino y víctima. El lanzamiento del disco se retrasó por la negativa de los padres de Euronymous (ahora propietarios del sello discográfico) a que se publicase mientras siguiera grabada la colaboración de Vikernes. Finalmente, el baterista del grupo, Hellhammer, logró la edición tras engañar a los padres de Euronymous asegurándoles que se habían sustituido las pistas correspondientes cuando en realidad la grabación nunca fue alterada.
Tras estos acontecimientos, la banda se disolvió temporalmente, volviendo a reunirse en 1995. Verg Vikernes siguió componiendo en prisión a la vez que publicaba sus escritos, y tras dieciséis años obtuvo la libertad.
El Black metal sigue siendo un mundo extremo donde conviven la parafernalia, la sangre e historias macabras. No obstante, debido a la prensa negativa y al devenir de los hechos logró ganarse un mote negativo que siempre estará en la mira de la prensa amarillista y del desconocimiento general. Más allá de la fuerte carga de teatro e imagen que caracteriza a las bandas del género, siempre las persigue ese velo de duda que permita determinar qué separa la verdad de la ficción.

MATT A. HARI

Halloween, la identidad nacional, la muerte, la ignorancia, la hipocresía y nosotros.


Cuando el almanaque marca los últimos meses del año, más precisamente a fines de octubre, se da entre la gente una particular apreciación de la festividad de Halloween. Son muchas las personas que la rechazan basándose en dos cuestiones muy debatibles y cuestionables: se afirma que esta festiva tradición proviene de la cultura estadounidense, y se la relaciona con un “festejo de la muerte” contrario a la religión y la fe católica.

Digamos entonces que sus raíces están vinculadas con la conmemoración celta del Samhain, por lo tanto su origen no es norteamericano. Fueron los inmigrantes irlandeses quienes transmitieron versiones de la tradición a América del Norte durante la Gran hambruna irlandesa. Además, se vincula con la festividad cristiana del Día de Todos los Santos, celebrada por los católicos el 1 de noviembre. Se trata en gran parte de un festejo secular, aunque algunos consideran que posee un trasfondo religioso. 

Samhain significa “Fin del verano” y se celebra el 31 de octubre. Es una de las dos noches de espíritus en todo el año, siendo la otra Beltane. Es una intervención mágica donde las leyes mundanas del tiempo y el espacio están temporalmente suspendidas y la barrera entre los mundos desaparece. Comunicarse con antecesores y amores fallecidos es fácil para este tiempo.

En una época en la que predominaban las festividades paganas, los papas Gregorio III y Gregorio IV intentaron suplantarla por una festividad católica (Día de Todos los Santos) que fue trasladada del 13 de mayo al 1 de noviembre. En 1840 esta festividad llega a Estados Unidos y Canadá, donde queda fuertemente arraigada. Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921, adquiriendo una progresiva popularidad en las siguientes décadas. La internacionalización de Halloween se produjo a finales de los años 1970 y principios de los 1980 gracias al cine y a las series de televisión.



Entonces, la pregunta es: ¿por qué se señala como algo pernicioso una festividad que no solo no es del origen que se le atribuye sino que está vinculada a la religión a la que se supone que ofende? Una de las aristas es la falta de información, ya que la gente suele repetir discursos tendenciosos elaborados por otros. 

Un razonamiento falsamente nacionalista, casi chauvinista, según el cual las costumbres ajenas no son bien recibidas en estas tierras. Pero haciendo un recuento, ¿cuántas festividades ajenas son ya parte del itinerario nacional? ¿Acaso la navidad es una festividad argentina? Y ya que hablamos de fiestas o costumbres patrias, ¿es acaso el pueblo argentino capaz de valorar sus propias tradiciones?  
Lo que parece salir a flote con estas cuestiones es la creencia de que todo lo nacional es bueno y todo lo foráneo es negativo, pero hay algo que es mucho más peligroso y es la incapacidad que tienen muchas personas para cuestionarse los prejuicios. Es más fácil creer en paranoias de sacrificios y matanza, que investigar realmente el sentido de una festividad. 

También es fundamental el rechazo que la gente siente hacia la muerte. Es decir, está bien celebrar la vida pero no está bien conmemorar la muerte. ¿Por qué? Si ambas son parte de lo mismo, todos vivimos y morimos. No hablamos de buscar la muerte, pero sí de naturalizarla en pos de dejar de creer que es algo que tiene que asustarnos y mantenernos preocupados. 

En definitiva, habría que preocuparse más por investigar y conocer en lugar de discriminar a una festividad que solamente intenta pacificar las aguas entre este mundo y el mundo que habitaremos por toda la eternidad. La vida y la muerte juntas, como puntas de un mismo lazo. 


-RODRO MALAMORTE-

Comerse a besos


El canibalismo es una de las manifestaciones más evidentes de la ternura.
Salvador Dalí
Si falla el capitalismo, podemos probar con el canibalismo.
Andrés Rábago García

Armin Meiwes nació el 1 de diciembre de 1961 en Essen, Alemania. En sus años de escuela, era un chico de apariencia normal, de carácter cohibido y escurridizo y un tanto esquivo al contacto social. En alguna ocasión sus profesores llamaron a sus padres para comentar las conductas evasivas de Armin para con sus compañeros de aula. Tuvo una infancia feliz, rodeado de su familia y los múltiples animales que poseían en su casa en el campo.
Su padre y hermanos se marcharon cuando todavía era muy joven, teniendo que quedarse a cargo de una madre muy huraña, controladora y volátil en relación a sus vínculos amorosos. La soledad en que se veía inmerso lo obligó a crearse un amigo imaginario al que consideraba su “verdadero” hermano. Con la llegada de la adolescencia comenzó a tener deseos sexuales hacia su hermano imaginario y otros chicos, con los que deseaba crear un vínculo muy estrecho, llegando a considerar que el comerse a esa persona representaba el mayor estado de unión posible, en el cual dos se convertían en uno. Una vez cumplida la mayoría de edad se une al ejército, donde es reconocido y admirado por sus compañeros debido a su dedicación y conocimiento, dejando la soledad a un lado, al igual que sus ideas y deseos sexuales. Tras más de diez años en la milicia deja su puesto para centrarse en el cuidado de su madre. Al morir esta, comienza a experimentar una suerte de liberación que lo lleva a buscar información y contactos por internet relacionados con el canibalismo.
Así comenzaron sus primeros contactos. Primero un cocinero se ofreció a él junto a dos de sus ayudantes para ser degustados. Armin habría tenido la oportunidad de matarlo y devorarlo pero, ante las dudas de la víctima, lo dejó ir. De acuerdo a su particular lógica, el banquete sólo tenía sentido si la víctima también estaba de acuerdo en ser devorada.
Tiempo más tarde conoció vía chat a Bernd Jürgen Armando Brandes, un ingeniero de Berlín. La violencia y la tortura formaban parte de los rituales sexuales cotidianos de Bernd, quien se sintió atraído ante la peculiar solicitud de Meiwes y con quien acordó un encuentro durante un fin de semana donde pusieron a prueba sus instintos sexuales caníbalisticos. Tras la despedida en la estación de trenes, Brandes lo pensó mejor y llamó a Meiwes para que lo fuera a buscar en una parada cercana. Quería probar otra vez.
Tras varias horas de conversación, Brandes acordó que Meiwen le amputase el pene. Con gran cantidad de alcohol y medicamentos que le impedían sentir dolor, el miembro de Bernd fue amputado e ingerido en parte por él mismo. Meiwes cortó el pene en dos trozos y lo cocinó para ambos.
Poco se sabe de los verdaderos motivos que llevaron a la víctima a entregarse de tal manera, pero tiempo más tarde el perpetrador manifestó haberse sentido “maravillado por la felicidad que Brandes experimentaba”. Meiwes posteriormente asesinó a su víctima sobre una mesa y grabó todo el proceso con una cámara de vídeo. Descuartizó el cuerpo y conservó la carne, consumiéndola los días posteriores.
Bernd Brandes, la víctima de Meiwes
Tiempo después comenzó a buscar nuevas víctimas desesperadamente, conducta que finalmente condujo a la policía a desenmascararlo y capturarlo. Un estudiante de Innsbruck denunció a Meiwes, que aseguraba en diversos foros haber degustado la carne humana. Lo llamativo de esta cuestión es que en el recuento de respuestas de su chat se registraron varios centenares de potenciales víctimas dispuestas a dejarse devorar por el caníbal. Su arresto se llevó a cabo un año exacto después del asesinato.
Lo que quedó demostrado es que en realidad Armin Meiwes no era un perturbado mental que quería saciar sus instintos más básicos, si no que se trataba de un asesino de tomo y lomo.
El veredicto de los psicólogos y psiquiatras que actuaron en la causa muestra que Meiwes hizo uso de facultades mentales plenas al momento de cometer el crimen, asimismo consideraron que la víctima no podía pensar racionalmente al momento de ser cercenado. La fiscalía quiso juzgarlo por asesinato con motivos sexuales e imputarle cadena perpetua, pero el problema radicaba en que la víctima dio su consentimiento al asesino y la defensa usó este argumento para que se considerase como homicidio a petición -una especie de eutanasia ilegal- lo que llevaría a una sentencia de entre 6 meses y 5 años, anulando la consideración de homicidio de primer grado.
Según el profesor Arthur Kreuzer del Instituto de Criminología de la Universidad de Gessen, el caso pudo marcar un hito en la historia judicial, ya que se convertiría en una especie de asesinato convenido por víctima y asesino. El abogado de Meiwes citó como una carta favorable que Armin dejó libres a cuatro personas que se habían ofrecido voluntarias para el sacrificio debido a las dudas que mostraban. Su víctima dio el pleno consentimiento antes de que Armin lo matase.
El caso de Armin Meiwes o “el caníbal de Rotemburgo” como fue catalogado por la prensa amarillista, conmovió a todo el mundo por su crueldad. El fallo judicial se enfrentó a problemas para condenar al acusado por crimen, pero finalmente Meiwes fue condenado a cadena perpetua bajo la carátula de “asesinato con motivos sexuales”.
Curiosamente, numerosos grupos musicales han escrito canciones acerca de la enigmática figura de Armin Meiwes, así como también su historia fue llevada al cine en el film Rothenburg, el cual permaneció prohibido en Alemania durante mucho tiempo.

MATT A. HARI

Binomios del arte (IV), Hoy: El Mein Kampf según Frank Rijkaard.

Una persona que quiere venganza guarda sus heridas abiertas.
Sir Francis Bacon
Ojo por ojo, diente por diente.
Refrán popular

Durante el partido por los octavos de final de la Copa Mundial de Italia ´90 disputado entre Alemania Federal y Holanda, los futbolistas Rudi Völler y Frank Rijkaard protagonizaron una pelea que tiene consecuencias visibles hasta la actualidad.
Durante el cotejo, el holandés le comete una falta a Völler y se lleva una tarjeta amarilla. Al pasar por al lado del jugador teutón, Rijkaard lo escupe por detrás en el pelo. Le dice, también, algo universalmente traducible como "andate a la mierda".
Segundos después, Völler se da cuenta del “obsequio” que lleva en su cabellera y le reclama al árbitro del encuentro, el argentino Juan Carlos Lousteau. Éste, harto de la situación, lo amonesta también. Se cobra la falta y nuevamente se produce un nuevo encontronazo. El árbitro se cansa de la situación y los expulsa a ambos.
Camino de los vestuarios, y todavía en el césped, Rijkaard vuelve a escupir a Völler. Esta vez con más flema y sin saber que para una pequeña parte de aficionados holandeses, se acababa de convertir en una especie de héroe a destiempo de la resistencia antinazi.
Era 1990 y todavía vivían muchas personas que habían sufrido la ocupación nazi de Holanda en la que el III Reich no solo prohibió el color naranja, símbolo nacional, sino que durante 5 años acabó con la vida de más de un cuarto de millón de holandeses. Durante el asedio a Rotterdam, por ejemplo, las bombas alemanas causaron 900 muertos en un solo día. Más de 100.000 judíos del país fueron deportados a los campos de exterminio nazis.
La disputa, ahora deportiva, tuvo otro antecedente en la copa del mundo de 1974, donde quedaron registradas las declaraciones de Wim van Hanegem, uno de los mejores futbolistas de la Holanda de Johann Cruyff, quien justo después de perder la final contra Alemania declaró: "Lo único que me importaba no era el marcador, sino humillarlos. Ellos asesinaron a mi padre, a mi hermana y a mis dos hermanos. Los odio". Era la primera vez que ambos equipos se enfrentaban oficialmente desde el final de la Segunda Guerra Mundial y, si aquella acabó en derrota para el III Reich, la final del 74 es conocida en Holanda como De moeder aller nederlagen o La madre de todas las derrotas. En la Eurocopa de 1988, también en terreno alemán, las selecciones volvieron a cruzarse, pero esta vez fue la Holanda imparable de Ruud Gullit, Marco Van Basten y el mismo Rijkaard quien se llevó los laureles. Para hacerse una idea de la temperatura social vivida durante el cotejo, basta decir que el defensor Ronald Koeman celebró la victoria simulando que se limpiaba el culo con la camiseta que segundo antes había intercambiado con el alemán Olaf Thon y el guardameta Hans Van Breukelen dedicó la victoria a “la generación que vivió la guerra"
Por ende, no es de extrañar que cuando Rijkaard enredó aquel infame salivazo en los rizos de Völler, hubiera muchos que lo tomaran como una especie de simbólica -y asquerosa- venganza histórica.
Hoy en día, en Holanda, no es difícil ver en determinados ambientes alternativos remeras, bolsos o stickers con la imagen del mediocampista y su icónico salivazo con lemas que rezan Rijkaard Jugend (Las juventudes de Rijkaard), Voetbal against Krauts  (Fútbol contra los cabezas cuadradas) o Love Football, Hate Germans (Ama el fútbol, odia a los alemanes).
Pese a ser sólo un dato de color dentro de un entramado social mucho más amplio y complejo, la anécdota marca la vivencia individual de un hijo de sobrevivientes, con llagas profundas todavía sin cicatrizar, que aunó el dolor de muchos y se convirtió por un instante en el vengador involuntario de una dolorosa herida nacional.

MATT A. HARI

Frases hechas


La poesía es una emoción cuando ha encontrado su pensamiento
 y el pensamiento ha encontrado las palabras.
Robert Frost
 La historia no se repite, pero rima.
Mark Twain.

Pese a que no nacemos deportistas,
sudamos la gota gorda por nuestros intereses.
Cuando no hay escapatoria y el reloj nos libra de una situación indeseada,
o si la situación nos supera con creces
de vez en cuando nos salva la campana,
y en otras tiramos la toalla a veces.

O si ser más gráfico se puede,
cuando no se quiere más lola,
colgamos los guantes y los botines
y llorando nos resignamos
a veces en ocasiones
y en otras de una vez por todas.
 
Si el comportamiento es inadecuado
echándonos sin más de un lugar o de una vida,
nos sacan tarjeta roja,
cuando la situación es adversa y la esperanza es poca
el tiempo tirano apremia
y la triste nobleza obliga.

Cuando se perfilan nuestros intereses
con marca personal para que no nos ganen de mano,
Si traspasamos un límite y lo ponemos en evidencia,
nos marcan el “offside” y quedamos fuera de juego;
y aunque no haya fuerte apego
la derrota se convierte en ciencia.

Cuando estamos en el banco,
atentos a la espera de esa milagrosa ocasión para plantar bandera,
¿Cuántas veces habremos sudado la camiseta
para evitar que nos pinten la cara?
Y retirarnos con la cabeza gacha
sin poder mostrar lo que sabemos.  

Porque es mejor que te den un baile
a que la pueblada te llame pecho frío;
pero aunque se juegue corta la bocha y la vida igual te madrugue,
es preferible a que nos salga el tiro por la culata
que pasar nuestra existencia sin pena ni gloria,
o vivir sin esperanzas hasta que nuestra sangre se coagule.

MATT A. HARI




Los Andes “Obras cumbres” o la quimera hecha canción.

Todo amante de la música sabe con certeza lo difícil que es escribir una buena canción. Y cuando me refiero a ello no solo hablo de pe...