(Imágenes: Pam-Ro-Caro-Vane)
Como se
sabe, los géneros musicales se mueven en márgenes muy estrechos. A partir de la
década de los 50, el surgimiento del Rock and roll partió en dos la escena
musical y, para ser sinceros, nada volvería a ser igual. No obstante, dentro de
cada «categoría» hay casi tantos subgéneros como bandas en el planeta.
Esta vez
le tocó al Psychobilly. Los sonidos que mezclan el rock primitivo, el punk, el
rockabilly, el country y la surf music con la imaginería de la ciencia ficción,
películas under de clases varias y un poquito de sana violencia gore. Todo ese
combo se amalgama en una estética retro muy pintoresca que logra el objetivo de
divertirnos, hacernos bailar y fantasear con que Betty Page y James Dean se den
una vuelta por la pista de baile mientras Glenn Danzig musicaliza la velada.
En un
esfuerzo colectivo, bandas bonaerenses (de Capital Federal y Mar del Plata)
aunaron su amor por el estilo y armaron la primera gira mágica y
misteriosa denominada «Oleada Psycho»,
trayendo sonidos de ultratumba a las ciudades costeras del territorio
argentino. Rancho Relaxo, Ghost Bastards y Los Cianuros (Cap. Fed) y Jinetes
Fantasmas (MDQ) se dieron gala en el ya clásico recinto de la ciudad de Pinamar
y pasada la medianoche –como no podía ser de otra manera- ya estaba todo listo
para comenzar.
Jinetes Fantasmas |
Jinetes
Fantasmas –ya locales a esta altura del partido- se encargaron de dar el
puntapié inicial con su Psychobilly de calidad. Apoyados en grandes canciones
de ritmo frenético y con un contrabajo asesino como columna vertebral,
deleitaron a los presentes con un show corto pero intenso, donde repasaron
temas no tan usuales de su discografía. Con muchos temas coreados se
despidieron muy aplaudidos.
Minutos
más tarde el escenario ya estaba armado para que los Rancho Relaxo subieran aún
más la temperatura de la noche. Con influencias del rockabilly más
clásico, un sonido muy vintage y un
cantante que dio cátedra de cómo se toca la guitarra en este estilo de música.
Una suerte de Jerry Lewis vernáculo que arengó y oficio de showman para que la
banda sonara de maravillas. Hicieron una versión de «The Last Time» de Rolling
Stones que resultó todo un hallazgo.
Rancho Relaxo |
Tras un
breve intervalo, Los Cianuros trajeron la dosis más callejera de la noche, con
un Psychobilly con tintes punk y dos cantantes que aportaban dinámica a las
composiciones. Repasaron canciones del E.P que tenían a la venta, más algunas
rolas nuevas y una excelente versión de «Folsom Prison Blues» del maestro
Johnny Cash.
Los Cianuros |
Pasadas
las 3 a.m y con marcados signos de cansancio por parte de este cronista (infaltable
una buena siesta ante una situación así), hicieron su debut los Ghost Bastards,
trío conformado por el baterista de Jinetes Fantasmas y el contrabjista de Los
Cianuros ahora devenido en cantante y guitarrista. Hicieron sonar su música con
influencias oscuras tales como The Trashmen y The Cramps para agitar y armar
los últimos wrecks de la noche.
Ghost Bastards |
Sin duda
resulta gratificante que estas movidas musicales sigan en pie y dando batalla,
creyendo en la música que les gusta lejos de las modas y tendencias. Cuando la
música es genuina, lo que brota por los parlantes transmite lo mismo y los
rostros de los presentes lo confirmaron. Al día siguiente el micro continuaba
la gira para terminar en las playas de Mar del Plata, para que el sol se
esconda por un rato y estas criaturas salgan a hacer lo que mejor saben:
rockabilly infeccioso con onda, muchos alaridos y copetes bien peinados.
¡Que se
repita!
Matías Sosa.