¿Cuántas veces en la vida uno
tiene la posibilidad de ver el debut de una banda rodeado de amigos en un show
casi privado en el cual no falta prácticamente nada? La noche del sábado
04-03-17 ofreció todos esos condimentos y más, en lo que fue la primera presentación
de Sid Vinicious, el tributo a Legião Urbana en plan power pop que integran
grandes batalladores del under porteño como Martín Méndez, Ariel Nogueira y
Diego Martínez. Luego de años de transitar juntos por diversas bandas,
decidieron darle rienda suelta a su amor por la mítica banda capitaneada por el
inmenso Renato Russo y, bajo el formato trío, ofrecieron un vibrante y emotivo
set de canciones que fueron desde las más conocidas hasta una que otra gema
perdida de la discografía de los geniales brasileros.
El escenario de las salas Perico
en el Abasto porteño fue el lugar elegido para el primer acto de esta novel
agrupación. Las acreditaciones se daban por privado a un selecto grupo de
invitados, y el ambiente no podía ser más ameno, ya que prácticamente todos
eran conocidos entre sí. La previa, a cargo de Diego Brixton en las bandejas,
sirvió de aperitivo para que el clima quedara perfecto antes de que, a minutos
de las 2 a.m, la banda subiera a hacer de las suyas. ¿Y qué hicieron? Lo que
mejor saben: un baterista sólido y sutil en partes iguales, un
guitarrista/cantante con un carisma a prueba de balas y un bajista con un buen
gusto envidiable (sumado al juego de voces que hacía en tándem junto a la voz
principal).
El set abrió a pura emoción con
el clásico “Tempo Perdido”, y ya las caras de los presentes evidenciaban lo
mágico del momento. El casi heavy “Natalia”, de lo que fuera el último disco de
Legião con Renato aún vivo, fue la elegida para seguir. Una rockerísima “Ha
tempos” dio pie a “Mais do mesmo”, seguida por “Serenissima” (con los gritos de
todo el público en el corte). Continuando, una versión apaciguada de la
inmortal “¿Que país e este?”, muy similar a la incluida en el disco del mismo
nombre y sin el desmadre que solía ser cuando Legião la interpretaba en vivo.
“Eu sei” (que también supieron versionar los Brixton), “So por hoje”
(acertadísima elección) y la seminal "Sera" (primer tema del primer disco) fueron el preámbulo a uno de los mejores de la noche:
“Vente e nove”, con su emotiva letra y una interpretación exquisita. Quedaban dos,
y la gente quería más. “Se fiquei esperando meu amor pasar”, de “As quatro estações”,
sensibilidad plena y el descontrol final a manos de “1955/Duas Tribus”, con
todos cantando aquello de que “O Brasil é o país do futuro”, tal vez uno de los
mejores retratos de la dictadura militar que arreció sobre Brasil a mediados de
la década del 60 y la solazada esperanza de un país mejor.
Fin del show y los rostros entre
felices y emocionados de todos, conscientes de haber sido partícipes de un
evento poco común en estos tiempos de rock vacío y de ídolos con pies de barro.
Hubo tiempo para el regocijo final entre amigos, y la despedida sabiendo que
solamente fue el inicio de un proyecto que amerita ganarse un lugar dentro de
la escena nacional.
R.C
No hay comentarios:
Publicar un comentario