Yo tengo fuerzas todavía en el corazón, no me verán caer
-Cadena
Perpetua-
Tu historia la construís vos (…) los sueños no pasan de
moda
-114 Errores-
“Escucho a
las rutas llamarme”, narró una vez un cantante argentino y en cierta forma
graficó la urgencia del equipo de Macondo Blues por rodar a su encuentro. Esta
vez, la excusa fue asistir a la localidad de Santa Teresita en la costa
bonaerense. Pero, ¿para qué? Hasta allí nos dirigimos para presenciar el show
de Cadena Perpetua en la gira que celebra sus 26 años (sí, leyó bien) con la música.
El show se
llevó a cabo en Fede Bar, un reducto que resultó ser pequeño pero acogedor y que
guarda la particularidad de ofrecer el marco íntimo de pub a un concierto de
rock. Tarea difícil de sostener en los tiempos que corren, donde los monopolios
de espectáculos acaparan la oferta musical y rigidizan cualquier variante.
La velada
dio inicio alrededor de la medianoche, cuando los locales de 114 Errores
agitaron a la audiencia con un puñado de canciones coreables. Al ser una banda con
mucha trayectoria local, cuenta con un buen número de fieles seguidores que
cantan y se emocionan con cada uno de sus temas. Además, promueven muchos de
los shows que se realizan en la zona, mostrando un bastión de resistencia y
perseverancia en lo que autogestión se refiere. Repasaron temas de toda su
discografía, en especial de los discos “De guerras y de amores” y “Todas las tormentas”,
mechándolos con canciones de su último EP “11 años”, grabado el año pasado con
la producción de Federico Pertusi. Tras casi una hora de show se retiraron
transpirados y con sonrisas en sus rostros, dejando atrás a su público
agradecido.
Los locales: 114 Errores |
Pasada la 1
A.M, la banda de Villa del Parque se adueñó de las tablas, complacidos con la
convocatoria que esperaba ansiosa la visita del trío. El set arrancó con la
particular versión de “I wanna destroy
you” de los californianos Circle Jerks (quienes a su vez lo tomaron de los
seminales Soft Boys) y pese a que el sonido fue un tanto desparejo -por
momentos opacaba el sonido de la guitarra del Vala-, el grupo desplegó una
lista de temas impecable que repasó buena parte de su discografía e hizo
olvidar a la audiencia esos detalles técnicos. La gente pogueó, cantó y
disfrutó canciones como “Sigo acá”, “Por qué”, “Cómo poder”, “NN un
jubilado”, “Malas costumbres”, “Culpables”, llegando a picos de emoción
de la mano de “Si me ves”, “Dispara” y el cover de Ignacio Copani “Ángel del pasado”. En la recta final
del show, aceleraron el pulso con más clásicos para terminar a pura potencia
con “No mires al cielo”. Faltaron,
sí, más temas de ese gran disco llamado “Plaga” para satisfacer aún más a este
humilde escriba, pero es de esperar que algunas canciones se vean dejadas de
lado en la lista de temas teniendo tantas en su repertorio.
Cadena Perpetua, a pleno. |
Una hora y
media de show fue el tiempo que necesitó Cadena Perpetua para mostrar su
poderío en vivo y dejar en claro que su trayectoria respalda su propuesta. Se
despidieron de su público regalando abrazos y sonrisas. Es para destacar que mucha
gente de diferentes partes de la provincia se acercó hasta la ciudad costera
para asistir al show, y acompañar con sus banderas a la banda en algunas fechas
más de esta mini-gira por el sur de la provincia de Buenos Aires.
Es un lujo
el poder disfrutar todavía de bandas convocantes ante audiencias reducidas y
así rescatar parte de la adrenalina y emotividad de esos shows donde no todo es
cuestión de horarios, caterings, puesta en escena y ruedas de prensa.
La gente
agradecida, la banda también. El resultado es un empate con sabor a victoria:
todos ganaron y pasaron un buen rato. Ahora no queda más que esperar el regreso
para la presentación de su prometido nuevo disco, el cual todavía representa un
misterio.
No es poco
para un grupo de amigos que supieron trascender las barreras de un género tan
cerrado como el punk rock local, donde la evolución muchas veces está mal vista
y se pasa a formar parte de los “marginados”. Aquellos que se atreven a más, a
diversificar su propuesta, a incrementar la calidad de ejecución y grabación,
están muy lejos de ser los malos de la película. Bienvenidos sean los cambios y
las infinitas evoluciones a favor de la expresión artística. Esa es la verdadera
ruptura y no el confort que genera el dominar un berretín y repetirlo como
bandera de honor.
Cadena Perpetua
pasó por la costa argentina y dejó tras de sí un excelente show. De eso no
caben dudas. Si ya los experimentaste en grandes estadios, date una oportunidad
para disfrutarlos en espacios reducidos. Te garantizamos que, en este caso, sí vale
la pena.
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