Sesiones en vivo (V), Hoy: CADENA PERPETUA y 114 ERRORES en Fede Bar (Santa Teresita, Bs.As) / 16-9-16

Yo tengo fuerzas todavía en el corazón, no me verán caer
-Cadena Perpetua-
Tu historia la construís vos (…) los sueños no pasan de moda
-114 Errores-

“Escucho a las rutas llamarme”, narró una vez un cantante argentino y en cierta forma graficó la urgencia del equipo de Macondo Blues por rodar a su encuentro. Esta vez, la excusa fue asistir a la localidad de Santa Teresita en la costa bonaerense. Pero, ¿para qué? Hasta allí nos dirigimos para presenciar el show de Cadena Perpetua en la gira que celebra sus 26 años (sí, leyó bien) con la música.
El show se llevó a cabo en Fede Bar, un reducto que resultó ser pequeño pero acogedor y que guarda la particularidad de ofrecer el marco íntimo de pub a un concierto de rock. Tarea difícil de sostener en los tiempos que corren, donde los monopolios de espectáculos acaparan la oferta musical y rigidizan cualquier variante.
La velada dio inicio alrededor de la medianoche, cuando los locales de 114 Errores agitaron a la audiencia con un puñado de canciones coreables. Al ser una banda con mucha trayectoria local, cuenta con un buen número de fieles seguidores que cantan y se emocionan con cada uno de sus temas. Además, promueven muchos de los shows que se realizan en la zona, mostrando un bastión de resistencia y perseverancia en lo que autogestión se refiere. Repasaron temas de toda su discografía, en especial de los discos “De guerras y de amores” y “Todas las tormentas”, mechándolos con canciones de su último EP “11 años”, grabado el año pasado con la producción de Federico Pertusi. Tras casi una hora de show se retiraron transpirados y con sonrisas en sus rostros, dejando atrás a su público agradecido.
Los locales: 114 Errores
La música de fondo amenizaba la velada y hacía correr las cervezas, reafirmando el encanto de ver bandas en el marco de un pub. En ocasiones, un poco de mística y bohemia siempre son bienvenidas.
Pasada la 1 A.M, la banda de Villa del Parque se adueñó de las tablas, complacidos con la convocatoria que esperaba ansiosa la visita del trío. El set arrancó con la particular versión de “I wanna destroy you” de los californianos Circle Jerks (quienes a su vez lo tomaron de los seminales Soft Boys) y pese a que el sonido fue un tanto desparejo -por momentos opacaba el sonido de la guitarra del Vala-, el grupo desplegó una lista de temas impecable que repasó buena parte de su discografía e hizo olvidar a la audiencia esos detalles técnicos. La gente pogueó, cantó y disfrutó canciones como “Sigo acá”, “Por qué”, “Cómo poder”, “NN un jubilado”, “Malas costumbres”, “Culpables”, llegando a picos de emoción de la mano de “Si me ves”, “Dispara” y el cover de Ignacio Copani “Ángel del pasado”. En la recta final del show, aceleraron el pulso con más clásicos para terminar a pura potencia con “No mires al cielo”. Faltaron, sí, más temas de ese gran disco llamado “Plaga” para satisfacer aún más a este humilde escriba, pero es de esperar que algunas canciones se vean dejadas de lado en la lista de temas teniendo tantas en su repertorio.
Cadena Perpetua, a pleno.
Una hora y media de show fue el tiempo que necesitó Cadena Perpetua para mostrar su poderío en vivo y dejar en claro que su trayectoria respalda su propuesta. Se despidieron de su público regalando abrazos y sonrisas. Es para destacar que mucha gente de diferentes partes de la provincia se acercó hasta la ciudad costera para asistir al show, y acompañar con sus banderas a la banda en algunas fechas más de esta mini-gira por el sur de la provincia de Buenos Aires.
Es un lujo el poder disfrutar todavía de bandas convocantes ante audiencias reducidas y así rescatar parte de la adrenalina y emotividad de esos shows donde no todo es cuestión de horarios, caterings, puesta en escena y ruedas de prensa.
La gente agradecida, la banda también. El resultado es un empate con sabor a victoria: todos ganaron y pasaron un buen rato. Ahora no queda más que esperar el regreso para la presentación de su prometido nuevo disco, el cual todavía representa un misterio.
No es poco para un grupo de amigos que supieron trascender las barreras de un género tan cerrado como el punk rock local, donde la evolución muchas veces está mal vista y se pasa a formar parte de los “marginados”. Aquellos que se atreven a más, a diversificar su propuesta, a incrementar la calidad de ejecución y grabación, están muy lejos de ser los malos de la película. Bienvenidos sean los cambios y las infinitas evoluciones a favor de la expresión artística. Esa es la verdadera ruptura y no el confort que genera el dominar un berretín y repetirlo como bandera de honor.
Cadena Perpetua pasó por la costa argentina y dejó tras de sí un excelente show. De eso no caben dudas. Si ya los experimentaste en grandes estadios, date una oportunidad para disfrutarlos en espacios reducidos. Te garantizamos que, en este caso, sí vale la pena.

 MATT A. HARI

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