Las distancias



El silencio separa más que la distancia.
Anónimo
La distancia no es razón para llorar, sino para tener algo porque vivir.
Anónimo

Será que la física no es para todos y la química una suerte de magia, pero las distancias no deberían medirse en centímetros, leguas ni kilómetros. Deberían hacerse en palabras, en gestos y en el espacio que queda entre lo dicho y lo hecho. Entre el todo y la nada. Por más cerca que nos creamos y por más lejos que nos evitemos, la distancia nunca podrá saldarse, el infinito no tiene límite ni a mayor ni a menor.
Lo que es hoy quizás no sea mañana, como así tampoco el límite para pensar lo que podrá ser de lo que no fue.
Las distancias no son lineales ni son intervalos de tiempo. El alejarse puede significar un acercamiento y los opuestos un encuentro en las diferencias. . El menos puede ser más y la suma del uno más uno puede dar tres.
¿Qué sucedería entonces al intentar achicar la distancia entre una meta y su objetivo? ¿Entre dos personas? ¿Y entre lo esperado y lo real? Nada que no sepamos. Solo aumentar la frustración de no poder llegar nunca al núcleo. Lo llamativo de todo sería que, incluso si lo alcanzáramos, no sabríamos qué hacer con ese espacio. Irónicamente, esa falta es lo que nos impulsa a continuar buscando con el renovado asombro de un niño aquello que de antemano sabemos que nunca estará allí.
Sea un abismo o un llano, un universo o la proximidad más íntima, siempre existirá ese trayecto imperceptible en el que se depositarán todas las acciones errantes: todo lo que callamos, todo aquello que sabemos y todo eso que pretendemos ser por algo o alguien en ese breve espacio que llamamos vida.


M.S

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los Andes “Obras cumbres” o la quimera hecha canción.

Todo amante de la música sabe con certeza lo difícil que es escribir una buena canción. Y cuando me refiero a ello no solo hablo de pe...