Recordar así los días poderosos, donde todo puede pasar
Pez
¿Cómo
describir lo vivido la noche del 11 de noviembre en lo que fue la presentación
oficial del decimoctavo disco de Pez “Pelea al horror”?
Tal y cual
como ocurrió: como un conjunto de sensaciones repletas de sentimiento y
subjetividades, de recuerdos y reflexión.
¿Qué es Pez?
¿Una banda? ¿Un concepto? ¿Un estado de ánimo?
Todo eso y
aun más. Pez es Pez.
Pez es
musicalidad.
Pez es
creatividad.
Pez es más
que la suma de las partes.
Pez es un
motor bien aceitado y a punto.
Pez es
listas de temas variadas.
Pez es
planificada improvisación.
Pez es zap(p)ada.
Pez es
sincronía.
Pez es
Franco.
Pez es Fósforo.
Pez es
Ravioli.
Pez es
Ariel.
Pez es toda
la gente que disfruta de la música bien tocada.
Pez es
unión.
Pez es
identidad.

Pez es sonar
bien en todos lados.
Pez es
oficio.
Pez es
métrica irregular.
Pez es palo
y a la bolsa.
Pez es
inyectarle vida a viejos clásicos.
Pez en
atemporalidad.
Pez en
vorágine.
Pez es
artesanía.
Pez es
clásico y moderno.
Pez es
bancar la posición.
Pez es
denuncia.
Pez es
potencia.
Pez es
armonía.
Pez es
fusión.
Pez es Espíritu
inquieto
Pez es rock.
Pero ¿Y la
reseña?
2 hrs 15 de
show. Más de 30 temas. Disco nuevo tocado en su totalidad. Show en dos actos
con intervalo vieja escuela. Segmento desenchufado autóctono. Covers
acertadísimos. Sonido descomunal. Lleno total.
Todo muy
lindo.
Que no se
corte.
Viva Pez.
Matias Sosa
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